MANOJITOS DE JURELITOS (JURELES FRITOS AL ESTILO DE MALAGA)

¡¡ Vamos a los jurelitos de la barca !! 
Tras escuchar pregonar su mercancía a uno de los pescaderos del Mercado de Huelin, donde habitualmente suelo comprar, se me fueron los ojos y disfruté al ver como de los cubos que tenía a su espalda, con el plato del peso sacaba y dejaba caer unos pequeñísimos jureles, tan blancos como la plata, “vivitos y coleando”, recién sacados del copo, pescados en la Bahía malagueña.
Una vez en casa, me dispuse a limpiarlos y prepararlos, me encontraba sola en “Mi cocina”. Al principio, viéndolos en el plato, recordé las veces que buceando los veo nadar a mi alrededor, cuando les doy de comer y me siguen, se acercan a escasos centímetros de mis gafas de buceo, me miran con la tranquilidad y seguridad de que no les voy a hacer daño, aunque en mi fuero interno, hay un momento fugaz que pienso: con lo rico que están, si tuviese una red…..pero los veo tan confiados pendientes de los trocitos de erizos y mejillones que les ofrezco, que inmediatamente se va mi idea depredadora y vuelvo a disfrutar de los jurelitos a mi alrededor, expectantes y pendientes de la comida que les ofrezco. 

En milésimas de segundo, vuelve mi mente a “Mi cocina” y me encuentro quitándoles las tripas y la piel (porque a los jureles hay que quitarles la piel si se consumen fritos o cocidos, es durísima e incluso puede dañar como si fuese una espina). Y me veo sola, como si fuese la última de una generación ya perdida, haciendo algo tradicional de mi familia que igual se pierde conmigo. Mi abuela enseñó a mi madre, mi madre a mi….y me pregunto ¿mi hija sabrá algún dia limpiar los jurelitos como debe ser, como lo hicieron mis antepasados?
Parte de esa tradición familiar se perderá con total seguridad, bien porque una rama vive en Uruguay, otra en Suecia lugares donde no creo que tengan la oportunidad de poder comprar nuestros clásicos “pescaitos”, pero sobre todo porque que la juventud, mis hijos, sobrinas e hijos de mis primos, la cuarta generación de aquel marengo, de aquel pescador llamado Juan Antonio “El bichucho” que pescaba con su jábega Mª del Carmen en las playas del Palo, mi abuelo, no sabrán o no querrán despellejar jurelitos, limpiar sus entrañas y hacer manojitos tal y como lo hacían nuestros ancestros. 

Espero y deseo que no se pierdan nuestras costumbres, ni nuestros recuerdos. La barca no se ha perdido, está en el Museo Maritimo de Barcelona, con el registro 14014, ésa jábega de mi abuelo, aquella a la que llamó como a mi abuela, en su honor, el nombre de su mujer Mª del Carmen “La rosilla” como la llamaban a las dos, en la que bogaban y pescaba mi familia por las playas malagueñas.

Esa barca me ayuda a no olvidar a mi gente, nuestras costumbres y tradiciones, como ésta de preparar y freir el “pescaito” de nuestra bahía.    Éstos jurelitos fritos, en manojo, tradición culinaria marenga que se va perdiendo.....
¿CÓMO LOS HAGO?

Aunque es difícil explicarlo con palabras, intentaré hacerlo lo mejor posible……

Coger el jurelito (el diminutivo lo uso por el pequeñísimo tamaño del jurel 7 ú 8 cmts.de largo desde la cabeza a la cola) con la mano izquierda, por la parte del lomo, dejando la parte de la tripa libre.



Con los dedos índice y pulgar de la mano derecha, presionar, pellizcando justo debajo de la cabeza, por debajo de las agallas y tirar hacia la parte de la cola, sacando las tripas; pasar el dedo índice por el interior del pescado ayudando así a dejar el buche totalmente vacío.

No quitar la cabeza, ni la parte de las agallas del pescado.

Cogerlo nuevamente por la parte del lomo, y ayudándose con un cuchillo fino, hincar levemente éste en la parte del lomo, justo debajo de las agallas, agarrando la piel entre el cuchillo y el dedo pulgar, dar un tirón y así se arrancará toda la piel, de un golpe: desde el inicio del cuerpo, justo debajo de la cabeza hasta la cola. De ésta forma, quitar las dos partes del cuerpo. Quedará la cabeza entera, limpio de vísceras y entero el cuerpo, sin piel.

Enjuagarlos bien, hasta que el agua no deje rastros de sangre (hay que tener en cuenta que al ser un pescado azul, sangra bastante) y ponerlos en un escurridor.

Salar el pescado al gusto.

Preparar una sartén con abundante aceite de oliva (uso malagueño, en ésta ocasión de Riogordo, sin filtrar….buenísimo por cierto) e ir calentandolo mientras se preparan los manojitos.

¿CÓMO PREPARARLOS?

Enharinar en harina de trigo (la normal y corriente de toda la vida, yo suelo usar la marca Gallo) y pasarlos por el cedazo (artilugio de madera, cuadrado, con un colador en el centro) a fin de quitarle el exceso de harina.

Coger un primer jurel con la mano izquierda (el resto de los jurelitos deben tener el mismo tamaño, a fin de que el “abanico” quede estéticamente parejo) y colocarlo en la palma de la mano, con el vientre hacia el exterior, colocar el siguiente jurel al lado del primero, la cola justo encima del primero, la tripa en la misma dirección casi tapando con el lomo del segundo, la tripa del primero. Presionar con el dedo pulgar las colas para que se peguen bien. Así, hasta colocar cinco o seis jurelitos, dependiendo del tamaño y hacer la forma del “manojito”.
Ir echando con cuidado los manojitos de jureles en el aceite, dejarlos hacer por un lado unos minutos y con la ayuda de un tenedor de madera darles la vuelta para que se frían por el otro lado. Sacar y escurrir en papel de cocina a fin de quitar el posible exceso de aceite.
Acompañar con una pipirrana (ensalada malagueña, pueden encontrar la receta en el buscador del blog), una ensalada de lechuga (si puede ser con la variedad malagueña, mejor aún) o con un simple tomate picado.   Personalmente me gusta acompañarlo con un huevo frito...
Permítanme mostrarle una foto de la barca de mi abuelo, la foto está hecha por el Museo Marítimo de Barcelona. ¡¡ Todo un orgullo para mi familia que se conserve ésta reliquia tan malagueña !!
Lástima que Málaga no cuente con un Museo Marítimo digno de una ciudad que fue cuna de todo lo relacionado con la mar en la Península Ibérica desde tiempos inmemoriables, es aquí donde debería estar “nuestra Jábega, La Mª del Carmen”, la barca de mi bisabuelo con la que pescaba mi abuelo y mis tios. "Los Rosillas" de El Palo.

Procuremos no perder nuestras raíces.....como es freir el pescado, los jurelitos malagueños en manojos.

14 comentarios

  1. Que crujientitos se ven, apetitosos cien por cien!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ummmm divinisimoooooooooos me encantan.
      Bicos mil wapa.

      Eliminar
  2. Esta entrada es totalmente entrañable, como he disfrutado leyendo la historia del Bichucho, tu abuelo.

    La explicación que das de como limpiar el pescado se merece un 10, es perfecta, y la receta en sí un 20. Deliciosos los manojitos.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Carmen Rosa: Que recuerdos, mi madre haciendo los salmonetes pequeñitos, que tanto le gustaban a mi padre y del cual heredé ese gran placer. Mi madre los freía con la piel pero como a mi padre le gustaban bien fritos, se quedaba crujientitos por fuera y eran para mi una delicia.

    Y que pena que no tengamos un museo donde las jábegas paleñas puedan descansar y ser admiradas por nuestros paisanos. Felicidades ya que es un gran orgullo para tí y tu familia. Saludos Pepa

    ResponderEliminar
  4. Mi querida prima, ahora es cuando he empezado a limpiar pescado......, y por primera vez ir a la pescadería.....que cosas, ese platito ¡¡¡¡¡cuántos recuerdos!!!!! hasta parece que los huelo.Besos Gemma

    ResponderEliminar
  5. Que bonita historia nos cuentas. Es cierto que da muchísima pena que se pierdan costumbres familiares, por eso yo empecé mi blog, para que mi pequeña pueda al menos leer algunas costumbres familiares que tengo en el recuerdo y otras con las que continuamos.
    Por cierto, los "manojitos" siempre los he visto de boquerones pero no de jureles y tienen que estar buenísimos, a mi me gusta comerme hasta la cabeza bien churruscadita.

    ResponderEliminar
  6. Precioso relato y es emocionante lo de la barca de tu abuelo me encanta la historia .. el pescado de lujo por supuesto y comparto el arte de limpiar los jurelillos...

    ResponderEliminar
  7. Primaaa, que emocionante leerte, que recuerdos del copo de pequeña con mi padre( tu primo Guillermo) y recorriendo yo de una punta a otra del copo dando recados" que dice mi padre que empecéis a tirar".....y recodar cómo se llenaban los bidones negros enormes que tenáimos de jurelitos, chanquetes, boquerones...Pues la verdad eso de limpiar los pescaditos no es mi fuerte, ahí tengo siempre a mis papis aún jajaj,tengo que aprender que es todo un arte pero cómo siempre me los traen limpitos...Sabes? cuando he leído manojito de....me has recordado a mi Abuelo Manolo que siempre decía que tenía los dedillos como manojitos de boquerones, ainss que nostlagia cada vez que leo tu entrada jejje.
    Respecto a los jurelitos...que ricos¡¡ me gusta cuando voy a casa mi mami y me los prepara mmmmmmmmm
    Besitos cielo...

    ResponderEliminar
  8. oins oins oins… me has tocado el punto débil!!!
    de esas cosas que echo de menos de mi tierra, es la calidad del pescado. no es que el del mediterráneo no la tenga, ni mucho menos, pero es verdad que una "es" de lo que conoce, y para mi los pescaditos tan chicos que hay por aquí y con la carne tan "blanda" me cuesta, la verdad.
    siempre lo hablo con mis pescaderos.. y digo.. jo es que son tan pequeños!!! ( los pulpos, las sardinas, los lenguados,las almejas, las pescadas….) todos menos los jureles.. por favor, en este pueblo me cuesta la misma vida encontrar jurelitos (para nosotros chinchos) porque todos son enooooormes!!!
    este tamaño tuyo, para mí es única y exclusivamente para hacer en escabeche y comer al día ssiguiente fresquitos!!! es uno de esos platos que me recuerdan mi infancia… eso si, para mi sin cabeza eh..jajajaj

    vaya rollo te he pegado eh!! jajaaj
    ahora no te enfades porque soy fan del pescado de las Rías Baixas eh.. que nosotros no tenemos ni coquinas ni conchas finas.. para mi desgracia!!!! jajajaj

    un besote wapa

    ResponderEliminar
  9. Esto ha sido una clase magistral. Gracias. Un besote de Oli de ENTREBARRANCOS

    ResponderEliminar
  10. Querida Carmen, me encantan los jurelitos fritos pero te confieso que es la primera vez en mi vida que me han ilustrado en la tarea de quitarles la piel. En Galicia los freímos pero con la piel y personalmente te puedo asegurar que es una delicia comerlos con ella.

    En fin, cada tierra tiene sus costumbres y sus tradiciones culinarias así que cuando vengas por estos lares estás invitada a degustar unos jurelitos fritos y si visito tu hermosa tierra en alguna ocasión, no dudes en que pediré una de jurelitos a la malagueña, ja,ja,ja.

    Besos guapa.

    ResponderEliminar
  11. Carmen, me he olvidado de comentarte que la fotografía es muy bonita pero más hermoso es poder sentir que en esa linda barca sigue navegando por mares más bellos y serenos tu querido abuelo.

    Un beso grande desde A Coruña y gracias por compartir.

    ResponderEliminar
  12. seguro que esa jabega compartió temporales con la de mi abuelo papa Matías, se llamaba "el copo"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Temporales, marejales, penurias y alegrias.... todo un placer ver a un "marengo", a un Paleño en Mi cocina.
      Bienvenido Luis....y gracias por sus palabras.

      Eliminar

Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.